Para ofrecerle la mejor respuesta posible, le ofrecemos una gama de soluciones:
Trabajamos con redes de reparadores en toda Francia e incluso Europa, así que seguro que hay uno cerca de usted.
Un vehículo eléctrico requiere poco mantenimiento en comparación con su homólogo de combustión interna, aparte de las piezas de desgaste (frenos, amortiguadores, limpiaparabrisas, etc.) y las piezas sujetas a los riesgos del uso diario (carrocería, luces, retrovisores, etc.).
La formación de nuestros operarios es esencial para un trabajo seguro y de calidad:
Las piezas de repuesto pueden suministrarse de distintas formas:
El vehículo contiene un subsistema eléctrico con una tensión que puede ser peligrosa o incluso letal. Por ello, los técnicos deben estar cualificados para trabajar con baja tensión (cualificaciones B0L/BCL y B2VL/BRL/BCL).
Contenido: arquitectura eléctrica del vehículo, función de los distintos componentes, diagnóstico, uso de herramientas especiales, actualizaciones de software, sustitución de componentes, etc.
Existe un primer nivel de mantenimiento para las revisiones rutinarias del vehículo.
Nuestros técnicos están acostumbrados a realizar estas reparaciones, por lo que la formación se centrará en las características específicas de nuestros vehículos.
La formación también concienciará sobre los riesgos asociados a la alta tensión y el hidrógeno.
El hidrógeno no requiere un mantenimiento importante, aparte de cambiar los filtros y realizar algunas comprobaciones. Sin embargo, pueden producirse accidentes durante la vida útil del vehículo, y existe formación especializada en reparaciones.
Un requisito previo es la cualificación ATEX, que actualmente se está normalizando a escala europea, o, mientras tanto, la sensibilización sobre estos riesgos.
Contenido: arquitectura de hidrógeno del vehículo, función de los distintos componentes, diagnóstico, uso de herramientas especiales, condiciones de seguridad y entorno de trabajo, actualizaciones de software, sustitución de componentes...
Beeway puede ayudarle en estos desarrollos y aumentar la capacidad de sus vehículos.
Beeway, una inversión a largo plazo durante todo su desarrollo
El Beeway está construido sobre una base modular y mejorable. Su fabricante, LMI, está autorizado a modificar el vehículo.
El chasis puede equiparse con módulos de baterías adicionales para llegar más lejos o proporcionar más potencia.
También es posible pasar al hidrógeno.
Mañana podrían proponerse nuevas baterías en función de los avances tecnológicos.
LMI dispone de una oficina de diseño con todas las competencias necesarias para el diseño de vehículos, que puede poner a su disposición para desarrollos especiales.
Si busca un nuevo equipamiento para la Beeway o un vehículo innovador, nuestra oficina de diseño está a su disposición.
LMI también ha desarrollado para Oeliatec el vehículo Karr, portador de sus herbicidas de agua caliente. Este vehículo ya está disponible como chasis cabina con equipamiento opcional.
LMI cuenta con una amplia experiencia en homologación de vehículos, lo que le ha permitido dominar los procedimientos y la documentación asociada que exigen los organismos de referencia.
LMI ha puesto estos conocimientos técnicos a disposición de un importante fabricante japonés para adaptar, homologar y posteriormente convertir vehículos de su marca premium importados en Europa.
En Francia, los vehículos Beeway son vendidos directamente por nuestros equipos o indirectamente a través de nuestros distribuidores.
En el mercado de la exportación, se prefiere la venta indirecta (a través de distribuidores) para ofrecer la mayor proximidad posible y evitar cualquier dificultad multicultural.
Por tanto, LMI está abierta a colaboraciones comerciales para la distribución de sus vehículos, pero también puede poner su red a disposición de socios. Por ejemplo, el vehículo Karr también es distribuido por LMI.
Con sus raíces en la industria del automóvil, LMI dispone de los conocimientos técnicos necesarios para la producción a media escala. Esta capacidad puede ponerse a disposición de los socios para ayudarles a hacer la transición del mundo de los prototipos o demostradores fruto de la innovación, al mundo industrial para permitir la fabricación racional de productos.